Grisito fue mi pequeño y gris hámster. Un verano nos fuimos de vacaciones y dejamos al hámster con unos amigos de toda la vida y de confianza. Mientras estábamos de vacaciones nos llamaron para decir que una noche dejaron la jaula en el jardín y que a la mañana siguiente no estaba. Se había escapado o algún gato lo había atrapado y se lo había comido.
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