17/11/16

TERROR

No pude verlo cuando me golpeó en la cabeza. Ahora estaba amordazado y atado de pies y manos en una silla. Una persona enmascarada entro haciendo que la puerta crujiese al cerrarse. Paseó su enorme cuchillo por mis piernas y brazos, su cara parecía sonreír. Fue subiendo el cuchillo hasta mi cara. Vi como cogía impulso con el brazo y de pronto noté como si mi ojo explotara. En su lugar ahora había el mango de un cuchillo.

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