No
pude verlo cuando me golpeó en la cabeza. Ahora estaba amordazado y
atado de pies y manos en una silla. Una persona enmascarada entro
haciendo que la puerta crujiese al cerrarse. Paseó su enorme
cuchillo por mis piernas y brazos, su cara parecía sonreír. Fue
subiendo el cuchillo hasta mi cara. Vi como cogía impulso con el
brazo y de pronto noté como si mi ojo explotara. En su lugar ahora
había el mango de un cuchillo.
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