28/10/17

In medias res

El cuchillo brillaba con la luz de la lámpara. Lo cogió con sus manos disfrazadas de tela blanca. Ella estaba sentada en una silla. Él se acercó por detrás sacando el cuchillo mientras ella miraba por la ventana. Ya casi no llovía. Todavía recordaba cuando estaba en la calle dando un paseo y comenzó la lluvia. Entonces, entró en aquel edificio y le pidió al camarero que le hiciese el bocata que tanto le gustaba.

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