Descripción del monstruo de Frankestein

El monstruo que creó Frankestein es un ser horroroso. Ni siquiera la palabra "horroroso" llega a describir bien lo terrorífico y desagradable que es. Su piel verdosa, en estado de putrefacción, es el hogar de miles de gusanos, y en los lugares de los ligamentos, se pueden ver los tendones e incluso los huesos asomar. Sus ojos son acuosos y su pelo está sucio. Es una criatura que mide al rededor de dos metros. Pero, a pesar de lo absolutamente feo que puede llegar a ser, el monstruo, como el resto de seres en la tierra, en su nacimiento es bueno. Es curioso y paciente, y muy observador. Es inocente y tiene muchas ganas de aprender. Pero a medida que va creciendo y aprendiendo, los rechazos por parte del ser humano lo marcan para siempre y lo convierten en un ser frío, solitario y vengativo, que sólo busca hacer daño a quienes le han hecho daño.