19/11/17

In Extrema Res

Andrea está llorando. Sentada en el suelo, se apoya contra una fría pared mientras sostiene una copa de vino y una carta en cada mano. 10 horas antes, la joven estaba de pie en un altar, estrenando el vestido de novia más bonito que había visto. Era el día más feliz de su vida. Lo ERA, hasta que se cansó de esperar a su prometido, que nunca apareció. Al principio, pensó que Andrés estaría en un atasco o se habría quedado dormido, pero al darse cuenta de que no era así, empezó a llorar y se marchó a casa destrozada y humillada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario