Andrea estaba de pie en el altar sosteniendo un ramo de rosas entre las manos. Todo el mundo la miraba, expectante. La chica estaba radiante con ese vestido. ¡ Qué pena que Andrés llegara tarde para verlo ! O eso pensaba Andrea, que su prometido llegaba tarde. Aunque la realidad le sentó como una bofetada en la cara, cuando 8 horas más tarde, hecha un mar de lágrimas, la chica encontró una carta en su buzón.
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