No soy ni un rey ni un noble, no soy rico en joyas ni en dinero, pero sí en sueños. La esperanza es la única razón por la que me levanto cada mañana. Deseo correr y cabalgar lo más lejos posible y formar una familia allí donde me lleve el destino. No pido mucho, solo felicidad, esa que aquí donde vivo jamás supe encontrar. Pero ya queda menos, pronto emprenderé mi camino.
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